Este libro es el testimonio de Rigoberta Menchú y los maltratos de los guatemaltecos de los ladinos. Ella ha pasado y aprendido muchas cosas en su vida. Me gusto el parte del prologo cuando cuenta cuando hicieron arepas – “Las mujeres a las que había observado en mi infancia, hacían las arenas aplastando la masa entre las palmas de las manos; Rigoberta la aplanaba golpeándola entre los dedos estirados y unidos, y pasándola de una mano a otra, lo que hacía aún más difícil dar a la torta la forma perfectamente redonda…” (13). Desde el principio podemos ver que ella es diferente y notable.

Este libro tiene semejanzas con Biografía de un cimarrón porque es la voz de un testigo a travez de un escritor. En este caso, la voz de Rigoberta escrito por Elizabeth Burgos. Lo que es interesante es que Rigoberta no es fluente en español y lo enfatiza en el primer capitulo. Pero Elizabeth no trato de cambiar sus palabras. De todo el libro, muestra la cultura indígena de los guatemaltecos. Ellos están muy conectado con la naturaleza y los animales. Respeten todo lo que vive y no comen carne solo en los eventos especiales. También tienen sus propias creencias y costumbres que son diferentes de los ladinos. Los indigenas tienen que seguir y respetar las leyes de los antepasados. Era interesante de aprender más sobre su cultura y como funciona su comunidad.

Un comentario en “Me llamo Rigoberta Menchú

  1. Tienen sus propias creencias, pero a la vez también es catequista católica. Así que no es tan aislada la cultura de Rigoberta… como que igualmente la anécdota en la introducción sobre la comida tiene tanto que ver con la diferencia entre ella y Burgos como con lo que las une.

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